En el ámbito laboral dos términos se han popularizado en los últimos años y generan confusión entre sí: ERTE y ERE . Si bien ambos se refieren a situaciones que afectan al empleo, presentan diferencias significativas en cuanto a su naturaleza, consecuencias y aplicación.
En este artículo, desde Gestión Boiro Asesores aclararemos las distinciones entre ambos términos, así como detallaremos su aplicación en las empresas.
Diferencias clave: una breve guía
Temporalidad
Un ERTE (Expediente de Regulación Temporal de Empleo) es una medida temporal que suspende o reduce la jornada laboral de los trabajadores durante un período determinado, normalmente por causas económicas, técnicas o de fuerza mayor. Por otro lado, un ERE (Expediente de Regulación de Empleo) supone cambios definitivos, ya sea extinción (que se utiliza para despedir a los trabajadores), suspensión (suspende temporalmente la relación laboral sin extinguir los contratos) o reducción (modifica las condiciones laborales de los empleados).
causas
Las causas detrás de cada medida también difieren. Un ERTE se puede aplicar por causas económicas, técnicas o de fuerza mayor, como una crisis económica, cambios tecnológicos, catástrofes naturales o una pandemia como la del coronavirus. Por el contrario, un ERE se fundamenta en causas objetivas como la caída persistente de la demanda, la reestructuración empresarial o la obsolescencia tecnológica.
consecuencias
Las consecuencias para los trabajadores también varían. Durante un ERTE, los trabajadores afectados reciben una prestación por desempleo parcial o total , según la suspensión o reducción de jornada. Además, la empresa mantiene la obligación de cotizar a la Seguridad Social para los trabajadores en ERTE. En un ERE, los trabajadores despedidos reciben una indemnización y son libres de buscar un nuevo empleo. La empresa, por su parte, deberá pagar las indemnizaciones correspondientes y cumplir con los requisitos legales del proceso.
Aplicación de ERES y ERES en las empresas
Las empresas recurren a ERTE o ERE como medidas extremas para afrontar situaciones adversas que afectan a su viabilidad. La decisión de optar por una u otra modalidad depende de la gravedad de la situación y de las perspectivas de futuro de la empresa:
- ERTE . Un ERTE suele ser la primera opción cuando la empresa se enfrenta a dificultades temporales y prevé una recuperación a corto o medio plazo. Permite a la empresa reducir costes laborales temporalmente sin perder a toda su plantilla, manteniendo la posibilidad de reincorporar trabajadores cuando la situación mejore .
- ERE . El ERE se considera la última alternativa cuando la empresa se enfrenta a problemas estructurales o a una crisis persistente que compromete su supervivencia.
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